Los fines necesarios de la pena discutidos en el derecho penal son el castigo y la rehabilitación, en definitiva la pregunta es ¿se castiga por que se pecó o para que no se peque? ¿Basta con castigar o es necesario buscar alternativas de rehabilitación o reinserción?
Este es un tema del que resulta muy difícil tener una discusión pacifica, pero si generar opiniones con más sentido. Cuales son los bienes jurídicos protegidos, las acciones que deben ser objeto de nuestras preocupaciones, y cuales deben ser consideradas las penas justas. Pero para eso es necesario volver al fin de la pena, al objetivo que como sociedad buscamos al imponer un castigo, al indicar en una norma penal cual será el comportamiento reprochado y cual su resultado.
En nuestro país de alguna forma hace algún tiempo se habló de castración química a violadores, pero ¿que es la castración química?, ¿cual es la certeza de sus resultados?¿una pena de esta naturaleza es sostenible ética y valoricamente?¿puede ser considerada como la disposición de parte del cuerpo humano, y estimar que el estado tiene este derecho? ¿Cuál es el fin de la pena en un delito de esta naturaleza?
En el diario el País de España, fue públicado un reportaje sobre la posible castración a los violadores, dicho debate surge de la petición hecha por un violador al Juez que lleva su caso. "Pido que se me castre, porque mi deseo es ser persona". La frase la redactó Jesús Agustín Hernández, de 52 años, al juez que lleva su caso. Hernández está acusado de violar a una niña de diez años, en agosto de 2004, en la localidad madrileña de Miraflores de la Sierra.
En los años ochenta, este hombre ya fue condenado a 46 años de prisión por violar y asesinar a otra niña en Las Palmas. Durante su reciente juicio, Hernández reconoció su delito, pidió perdón y solicitó que no le dejen salir nunca más de prisión. "Soy un peligro público", exclamó.
Para leer el artículo completo, pincha aquí y opina…
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario