sábado, agosto 04, 2007

Conflictos Laborales

Carta de Alejandra Miranda, Consejera Nacional de la DC y Jorge Consales C,
Presidente Nacional Frente deTrabajadores DC

A raíz del reciente conflicto laboral de los trabajadoressubcontratistas con la empresa estatal Codelco, los obispos de laIglesia Católica han efectuado diversas declaraciones públicas, en lascuales manifiestan su visión crítica acerca de la situación de dichostrabajadores subcontratistas, así como cuestionan las injusticiassociales de nuestro país, haciendo hincapié en la penosa distribucióndel ingreso.Consideramos que estas declaraciones de los líderes de la IglesiaCatólica nos interpelan como militantes demócrata cristianos, en mayormedida que a otros actores políticos.Los orígenes doctrinarios e ideológicos de nuestro partido seencuentran claramente unidos a la primera encíclica social de laIglesia Católica "Rerum Novarum", del papa León XIII, en cuyo texto sehace un llamado a los cristianos a participar en la construcción deuna sociedad mas justa para los trabajadores.Los fundadores de la Falange Nacional: Bernardo Leighton, RadomiroTomic, Eduardo Frei, Manuel Garretón, Ignacio Palma y tantos otros, seformaron al alero de la Acción Católica, con un fuerte sentido socialy político.Justamente, la renuncia de los falangistas al Partido Conservador seproduce por la designación del candidato presidencial Gustavo Ross,"por sus postulados del liberalismo económico e insensibilidadsocial".Si siguiéramos hurgando en nuestra historia, podríamos encontrarcientos de ejemplos falangistas y demócrata cristianos que hablan delcompromiso social que ha marcado, una y otra vez, nuestra historiapartidaria.Ese compromiso ha tenido una expresión concreta y específica en elmundo del trabajo. La lucha por los derechos de los trabajadores y porel progreso permanente de la dignidad del trabajo ha ocupado un rolprimordial en el pensamiento y acción de la Democracia CristianaChilena.Esa es nuestra historia, fue a ese partido al que nos sentimosconvocados en algún momento de nuestras historias de vida. Sinembargo, hoy pareciera que nuestra doctrina se diluye entre elliberalismo económico y la falta de coraje para realizar los cambiospolíticos, sociales y culturales pendientes, que les debemos anuestros compatriotas.Dada la palabra de los pastores, que nos interpelan doctrinariamente,así como la histórica vocación y compromiso social que nos hacaracterizado, es indispensable que en el próximo Congreso Ideológiconuestros representantes sindicales, gremiales y sociales participencon plenos derechos, otorgándoles el espacio que en justicia semerecen los que continúan la lucha iniciada hace 50 años por nuestrosfundadores.Junto con eso debemos hacernos cargo del llamado a iniciar el debatesobre esa deuda social que mantenemos con los trabajadores y con losmás pobres de Chile.

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