QUIERO MI BARRIO…

LA OPORTUNIDAD HISTÓRICA DE UN CAMBIO RADICAL PARA 26 BARRIOS DE LA REGIÓN

Durante el último tiempo, donde la atención de los Mass Media nacionales se ha centrado primordialmente en el funcionamiento del Transantiago, en desmedro de las realidades regionales; donde “excepciones” en la implementación de una exitosa Política Social como el Programa Puente constituye “noticia”; es preciso re-incorporar la cordura en el debate público, en base a datos estadísticos, que constituyen hechos objetivos, y a la opinión de los beneficiarios como “fuente primordial” del relato periodístico.

En este contexto, los Gobiernos de la Concertación, han realizado un cambio sustancial en la vida de miles de chilenos, al triplicar el gasto social entre 1990 y el año 2005 (llevándolo a representar el 70 por ciento del gasto público total).

Esa determinación de terminar con las desigualdades ha permitido implementar programas como Chilebarrios, Chilesolidario, FOSIS, CONACE (a través de sus Programas de Prevención Escolar, Familiar y Laboral), Chilecalifica, el Plan Auge, la Reforma al Sistema Provisional y recientemente el Programa “Quiero Mi Barrio”, que tienen como eje común la transversalidad, la intersectorialidad en la respuesta, la participación social y el situar al individuo como artífice y protagonista del mejoramiento en su calidad de vida.

“Quiero Mi Barrio” constituye, entonces, más que la recuperación de 200 barrios con altos índices de deterioro urbano y vulnerabilidad social a lo largo y ancho del país; constituye una OPORTUNIDAD HISTÓRICA de lograr barrios más integrados, con espacios públicos recuperados, mejoras en infraestructura comunitaria, en el entorno ambiental y en las relaciones interpersonales; y una bofetada a la “desigualdad social” entendida según el Plan de Gobierno de la Presidenta Bachelet como “la pobreza de algunos combinada con la inseguridad de muchos”.

En Chile, casi medio millón de personas se verán beneficiadas, y en nuestra región, 26 barrios, pertenecientes a 13 comunas, están experimentando un cambio… Y los agentes de ese cambio están siendo los propios pobladores, las organizaciones sociales y sus dirigentes.

La participación se expresa en que son ellos, quienes organizados en Consejos Vecinales de Desarrollo, han definido las obras urbanas y sociales que requieren para dar un salto cualitativo en su vida cotidiana y que formarán parte de los 30 mil millones de pesos en inversión que ha destinado el Gobierno, en una muestra de voluntad política irrefutable.

A la fecha, en nuestra región, se han constituido 8 Consejos Vecinales de Desarrollo; 2 Obras de Confianza; 6 Convenios de traspaso de recursos con Municipalidades y múltiples reuniones y asambleas.

Al término de este proceso, tendremos la satisfacción de ver como emergen obras tan emblemáticas como el mejoramiento de evacuación de aguas lluvias, en el barrio Central de Coronel; la rehabilitación del recinto inmueble Patrimonial de la ex Casa de la Cultura en Lota; el cambio de iluminación y construcción de sede social en Martín Ruiz de Gamboa de Chillán; la pavimentación de calzadas y veredas en el barrio Leiva de Cañete; la elaboración de paraderos y seguridad vial en Los Bajos de Chillán Viejo; el mejoramiento de accesibilidad e implementación de Centro Cívico en Boca Sur; y avances en infraestructura e inicio habitabilidad de Pedro de Valdivia Bajo, entre otras.

Nada de esto sería posible, si no contáramos con el apoyo férreo de un Gobierno Central y Regional, que marchan tras la construcción de una amplia red de protección social.

Cada pueblo tiene el gobierno que se merece, en este caso, un Gobierno que tiene bien definido su norte.