Cuentan que en otros tiempos, al
parecer considerados románticos por algunos, los caballeros cuando decidían
someterse a duelo, designaban sus padrinos, y procedían a elegir las armas.
Este principio, que consistía en establecer condiciones de igualdad entre
los contendores, es lo que se llamo "igualdad de armas", y
posteriormente se instalo en distintas instituciones, principalmente jurídicas,
con el fin de garantizar a las partes en un litigio judicial, igualdad de
oportunidades para hacer valer sus derechos, para formular sus alegaciones y
para rendir sus pruebas.
El principio es lógico, el objetivo al parecer es absolutamente plausible. Difícilmente, podría haber competido con
alguna oportunidad de éxito, David frente a Goliath, y su triunfo, el mítico, es más bien
la instalación de la esperanza que a pesar de las diferencias, desigualdades y
falta de oportunidades, en algunos casos, en muy contados casos, el mas débil
tiene la fortuna o la astucia que le permiten lograr tener éxito.
Hoy se discuten diversas formas de
perfeccionamiento del sistema político, tales como la inscripción automática y
el voto voluntario, ya aprobada y que sin lugar a dudas, no harán sino,
debilitar aun mas nuestra democracia y a sus instituciones. Se pretende instalar que la corrección del
binominal es la solución a nuestra débil democracia, y a la crisis de participación política ciudadana, según otros, reformas al presidencialismo con instalación de un primer ministro, serán la solución. Incluso podríamos agregar a estas, aparentes, importantes reformas, el limite a la reelección de
autoridades y a la de un periodo presidencial de seis años y no de 4 como es en
la actualidad, que obstaculiza seriamente la instalación de reformas de fondo
con resultados a largo plazo para lograr efectivamente transformar en realidad
los programas de gobierno presidenciales.
Pero, las reformas políticas y la
participación ciudadana, sin lugar a dudas exigen también la instalación del
principio de "la igualdad de armas", como pilar fundamental que
ilumine su creación. Lo cierto, es que entonces se hace indispensable para
renovar la política, para generar mas oportunidades y nuevos liderazgos, para
que florezcan nuevas propuestas, con libertad e independencia real de las
eventuales presiones económicas y empresariales el establecer un financiamiento
estatal de las campañas políticas y un limite a gasto electoral.
Hoy en nuestro sistema político, No hay igualdad
de armas, ni en las elecciones presidenciales, parlamentarias, ni de alcalde y concejales, entre
otras. En consecuencia, cualquier ciudadano inteligente, capaz y con vocación
de servicio publico, no necesariamente puede concursar para representar a sus
pares. Las diferencias en la competencia son abismantes. No hay duda, 60
millones no es igual que 400 millones, no suena igual, no se ve igual y no se
traduce tampoco en la posibilidad de generar similar llegada al elector. Un
aviso en una radio no es igual que 20 avisos en diez radios, 50 palomas no es
igual a 1000 palomas en una campaña. Huelga comentario.
Esa inequidad es también fuente de
discriminación, la de siempre, la económica, y lo que es mas grave genera el
riesgo que la autoridad electa quede cautiva al capricho e interés de aquella
gran empresa que colaboro gentil y desinteresadamente con recursos económicos
en la campaña. Por que a no olvidar, como dice el dicho popular, “el que pone
la plata pone la música”. Por eso yo prefiero, que la música la pongan los
ciudadanos y así bailar un ritmo de una mayoría real con autoridades
absolutamente independientes, económicamente libres de defender los intereses
mas profundos de las personas. Solo así podremos lograr que David, “con
igualdad de armas”, de verdad tenga alguna posibilidad de construir un país mas
justo con más y mejor democracia.
Carlos Arzola, Abogado
Carlos Arzola, Abogado
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